En estos tiempos de pandemia, donde la salud de todas las personas se ha convertido en lo más importante, he querido recordar a todos los que forman parte de Nuestra Hermandad. A todos los nazarenos, portadores, costaleros y capataces, acólitos, mantillas y músicos.
Cada uno de éstos colectivos están presentes en este cartel y aunque no de manera real si de forma simbólica. A todos ellos les damos las gracias por acompañar cada año a Nuestros Titulares y como nos dice siempre nuestra Hermana Mayor les pedimos fidelidad y paciencia, ya queda menos para volver a estar en las calles.
En especial he intentado resaltar los momentos más importantes que viviremos en unas semanas: la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
La pasión y muerte representadas por una rosa roja, de las que cada año acompañan al Cristo Yacente, y que simboliza su sangre derramada. Apareciendo en el centro del cartel como debe estar él, en el centro de nuestras vidas.
Y en segundo lugar la Resurrección, simbolizada a través de una campana que anuncia la luz que encontramos tras la puerta y que nos representa la esperanza después de la muerte.