La cruz es signo de muerte, de sufrimiento, del amor que se entrega, pero es también anticipo de la victoria de la resurrección sobre la muerte y el mal.
Para nuestro vivir y nuestro morir es importante que entendamos hoy la Pasión y la Muerte de Jesucristo. El Viernes Santo fue necesario entonces y es necesario ahora.
Solo la vida que se entrega por amor en el servicio a los demás, está llamada a resucitar.
La Estación de Penitencia de este año será la del “corazón” que rememora la Pasión de Cristo a la luz de la humanidad doliente por el Covid-19 y por otras tantas causas de sufrimiento.
Nuestra Hermandad volverá a hacerse Cofradía el próximo año. Hoy suplicamos a Nuestros Titulares que nos conceda la gracia de crecer en amor, esperanza y caridad.